Debilidades tengo muchas, un café bien cargado nada más
levantarme, dormir los domingos hasta la hora de comer, cocinar platos nuevos,
las reuniones con mis amigos, pero no hay nada que me divierta más que la
decoración.
Cuando me regalaron esta pamela estaba encantada, al fin
tenía una después de tanto tiempo pero, al llegar a casa, me di cuenta de que
no tenía ningún lugar donde guardarla.
En el armario era imposible, no tenía ningún rincón porque
está aprovechado al 100%, con el resto de sombreros y gorros de invierno no
podía ir porque se me podía aplastar y le quedaría la forma. Todo eran
inconvenientes hasta que un día, dando