Hoy es un bonito día para arreglar un mueble. ¿Qué decís?
¿Os animáis?
Os traigo un post que he recuperado recientemente porque me
faltaban las fotos, se trata de la mesa que me encargaron a juego con las
preciosas sillas de flores. ¿Las recordáis?
Se habían enamorado de esta mesa pero estaba demasiado
machacada del uso, así que la desmonté entera para poder curar todas las
heridas de guerra.
Lo primero fue dedicarle todo mi tiempo y esfuerzo al
tablero ya que es la zona que más sufre y la que más debe lucir. Tenía muescas en
la superficie, probablemente debido a la caída de los cubiertos, pero
sobretodo, lo que más me ponía de los nervios era ese berniz. ¡ Había que
quitarlo!
Comencé con un decapante, tras varias capas eliminé lo más
gordo.
El resto lo igualé con la lijadora. Apliqué un barniz
incoloro para proteger la madera y seguí con la estructura.
Lijando y lijando y lijando… Hasta que finalmente la mesa
estaba terminada.
Para mí, lo más importante era que esa preciosa tabla
luciese lo más natural posible.
Un lavado de cara perfecto. Y a vosotros, ¿Qué os parece?
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